No quiero reemplazar mí lápiz por el móvil
Sedante de bolsillo
Dictatorial distracción
Prefiero reemplazar mis dos manos por las mandíbulas de un caimán
O mí corazón por un colibrí picoteando una granada
No quiero posar más mis ojos
Sobre el morbo movedizo del mundo
Y después del placer liquido tener que remendar el párpado roto del tiempo con el gesto hambriento de la muerte
Quisiera que el reloj escupiera sus palabras que no paran de aletear en mí cabeza y poder comer tranquilo del cadáver exquisito de un aforismo
No quiero reemplazar guatavitas por espejos aún menos mis dientes por monedas de la banca
Solo quiero sentarme y ser el niño que pesca poemas
En el estómago del lenguaje .

No hay comentarios.:
Publicar un comentario